El orfebre desempeñó un papel esencial en la historia del arte, combinando conocimientos técnicos y artísticos en el trabajo de la plata. Sus obras, resultado de un complejo proceso de diseño y ejecución, lo convierten en un verdadero “arquitecto de la plata”.

Las piezas de plata en los bodegones no eran un simple adorno: reflejaban riqueza, servían como ejercicio de virtuosismo técnico para el pintor y transmitían significados simbólicos. En este artículo analizamos el papel de la platería en este género pictórico.

La platería religiosa constituye un registro material de la iconografía cristiana, donde los motivos representados —ángeles, santos, uvas, espigas y otros elementos simbólicos— cumplen una función comunicativa y devocional. Estas obras no solo reflejan la pericia técnica del orfebre, sino también la dimensión conceptual y litúrgica de cada objeto.

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